viernes, 13 de septiembre de 2013

Lectura para alumnos de Administración

ROLANDO ARELLANO
PRESIDENTE DEL DIRECTORIO DE ARELLANO MARKETING
Desde hace 15 años Arellano Marketing mide los estilos de vida de los peruanos (sofisticados, progresistas, adaptados/sociales, resignados, modernos y conservadores). Rolando Arellano, su presidente de directorio, nos habla de los cambios que se vienen presentando.
¿Ante el desarrollo económico peruano, cuáles han sido los estilos de vida que más han crecido?
El que más crece es el de la mujer moderna, por el ingreso de más peruanas al mercado de trabajo. Mientras tanto, los progresistas (personas que crean su propia fuente de ingresos) comienzan a caer, para darle más fuerza a los adaptados/social (los que quieren ser empleados).
¿Por qué se ha dado este cambio?
Los pesos han sido similares en esos dos últimos grupos, pero los progresistas siempre crecían más. Ahora con la oferta de trabajo que comienza a haber, se revierte la tendencia. Este cambio lo vemos sobre todo en ciudades como Ica o Cajamarca.
Eso es curioso ya que siempre se dice que el peruano es emprendedor…
Lo que esto demuestra es que el emprendimiento es más un sentimiento de supervivencia. Probablemente, el deseo del peruano de asumir el riesgo de tener un negocio por decisión propia no sea tan alto como aparece en las estadísticas.
¿Esto se da más en la segunda generación de los progresistas?
Sí, sobre todo en los que tienen 40 años. En los hijos de los progresistas que tienen 20 años o en aquellos que son parte de la tercera generación, se ve un estilo de vida sofisticado. A este último grupo están ingresando más personas adultas. Por ejemplo, hoy ves a más hombres de 40 años vistiendo pantalones pitillo.
¿Qué sucede con las mujeres?
La mujer moderna no solo busca superarse profesionalmente, sino también quiere ser mamá y no descuidar a su familia. Mientras tanto, la tradicional -que estaba feliz cuidando el hogar- está preocupándose por ella misma, ya que está viendo que la mujer tiene mayor peso en la sociedad y está más informada.
¿Todavía existen diferencias entre los estilos de vida de Lima y provincias?
Uno ya no ve las diferencias entre ambos grupos como sucedía antes. Uno de los principales factores de esta tendencia ha sido el acercamiento a provincias de la oferta comercial y de la información -con las telecomunicaciones-. Ya no hay un gran factor diferencial.
¿Cree que va a llegar un punto en que no haya mayores diferencias
Lo que está ocurriendo en el Perú es que saber si una persona vive en Comas o en Miraflores ya no es un dato relevante. No ayuda mucho porque lo que interesa saber es qué es lo que quiere. Quizá el más rico comprará más cosas, mientras que el más pobre solo una, pero será una gran inversión.
¿Los “retailers” están en sintonía con estos cambios en los consumidores?
A algunos la experiencia les ha enseñado, mientras que otros sí están aplicando los conceptos de los estilos de vida. Pero hay muchos que continúan viendo el consumo en términos de niveles socioeconómicos y no se dan cuenta de que las cosas no son así.
¿Cómo evolucionarán los estilos de vida en los próximos años?
Todos los estilos de vida van a tener un mayor poder adquisitivo y, por ende, vamos a ser más exigentes al tener mayor oferta y conocimiento. Pero el cambio de ingreso no va a modificar la forma de ser de la gente. Lo que sí va a surgir es un consumidor más empoderado y esto es muy bueno.

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